El cambio climático está generando múltiples efectos en el ámbito marino, entre ellos el aumento de temperatura en las masas de agua, la acidificación marina e importantes cambios en su biodiversidad. En este artículo nos centraremos en las implicaciones derivadas del cambio de temperatura.

Un sistema interconectado en cambio acelerado
El sistema marino y atmosférico está conectado, cualquier variación en uno de ellos se propaga en el otro. Aunque debido a la diferente capacidad calorífica de la atmósfera y el agua los cambios producidos por el cambio climático en la atmósfera son más rápidos, el cambio climático ya está modificando también la temperatura marina. La temperatura superficial del mar en la costa española en los últimos cincuenta años ha aumentado dependiendo de la zona entre 0ºC y 0,5ºC. En profundidades intermedias (200 m a 600 m) la temperatura ha aumentado entre 0,05ºC y 0,2ºC y en las capas profundas (1.000 m a 2.000 m) entre 0,03ºC y 0,1ºC. Puede parecer poco, pero es suficiente para producir cambios importantes en el ecosistema marino. Además sabemos que la temperatura seguirá aumentando, si bien el ritmo de cambio es incierto. La mayoría de los estudios apuntan que a finales de siglo la temperatura superficial del Mediterráneo será entre 1 y 3ºC superior a los valores actuales.
Principales impactos
El aumento de la temperatura en las masas de agua conlleva diversos impactos, entre ellos:
- Aumento en la frecuencia e intensidad de las de calor en la superficie marina
- Cambios en la estratificación de la columna del mar y las corrientes
- Modificaciones en la biodiversidad
- Aumento en la frecuencia e intensidad de las tormentas
- Implicaciones en los sectores laborales marinos
Olas de calor marinas
Al igual que sucede en la atmosfera en el mar también se producen olas de calor. Estos sucesos calientan extremadamente las aguas superficiales en determinadas zonas durante un prolongado periodo de tiempo. En el Mediterráneo se han registrado de manera reiterada: 1999, 2003, 2006, 2008… algunas muy virulentas, por poner un ejemplo en el Mediterráneo Oriental el año 2007 se registró una ola de calor que supuso un aumento de 5 grados en las temperaturas superficiales usuales durante más de un mes. Estos fenómenos extremos llegan a producir daños importantes en especies como las colonias de gorgonias o posidonia, además favorecen la aparición de masas de algas y producen cambios súbitos en la pesca. En el Mediterráneo se prevé que aumenten tanto en frecuencia como en duración.
Estratificación del mar
El sobrecalentamiento de la superficie del mar crea una estratificación térmica de la columna de agua, generando capas de agua con diferentes densidades, o que dificulta el movimiento vertical del agua, perjudicando la circulación de nutrientes y oxígeno a lo largo de la columna. Por ello la superficie rica en oxígeno se queda pobre en nutrientes, y en profundidad se da el caso inverso. Este fenómeno puede tener importantes impactos en la cadena trófica marina y conllevar cambios importantes en algunas especies de interés comercial pesquero.
La estratificación de la columna de agua junto al aumento de la concentración salina -debida a la disminución de precipitaciones- podría también producir alteraciones en los patrones de circulación marina. Con las corrientes perturbadas las playas sufrirían cambios en su dinámica de erosión y aporte de arenas. Y las especies sésiles y flotantes, dependientes de las corrientes para su movilidad, verían afectada su migración.
Biodiversidad marina
La biodiversidad se ve afectada debido a la vulnerabilidad de algunas especies ante el repentino aumento térmico. Son especialmente sensibles las especies que no pueden moverse hacia zonas menos cálidas y tienen una alta sensibilidad térmica. Algunas de ellas se encuentran en la zona superficial del mar o en aguas poco profundas, ámbitos donde los cambios de temperatura serán más rápidos. El impacto del cambio de temperatura marina ya se está viendo en las praderas de posidonia en el Mediterráneo occidental, en las comunidades coralinas u en otras especies sésiles como las esponjas o los moluscos.
En los peces el aumento térmico genera múltiples efectos, entre ellos el desplazamiento hacia el norte de algunas especies, o impactos en el ciclo trófico por la reducción de biomasa planctónica. Se espera que la acción combinada de cambios en la cadena trófica asociada al aumento de temperatura, variaciones en la disponibilidad y oxígeno y sobrepesca acabe produciendo una disminución del tamaño de los peces entre un 4 y un 49% entre el 2000 y el 2050.
El aumento térmico, además, beneficia a las especies exóticas invasoras, agravando la situación ecológica. Algunas de ellas, adaptadas a climas más cálidos, ven favorecida su propagación desplazando a las especies autóctonas. Es remarcable como diversas especies procedentes del mar Rojo atravesando el canal de Suez –la llamada migración lessepsiana-, ya han llegado a nuestras costas, indicando la clara propagación por todo el Mediterráneo.
Aumento en la frecuencia e intensidad de las tormentas
Se prevé que en los próximos años más allá de una posible disminución de precipitaciones se produzca un aumento de las tormentas. Con una atmósfera más caliente, la capacidad de albergar vapor aumenta. Debido a ello, cuando se produzcan los temporales, estos estallarán con más fuerza, ocasionando fuertes oleajes que podrían tener un gran impacto en el sistema litoral. A esto se le suma sus implicaciones en el interior de la península, pues no hay que olvidar el gran papel del mar como controlador del clima. La reducción en lluvias agravaría la difícil situación hídrica que padece nuestro territorio. Se espera un adelanto de la llegada de los días calurosos y de las sequías, lo que afectaría gravemente a los terrenos de cultivos.
Impacto sobre la acuicultura
Se espera también que la degradación de la biodiversidad repercuta en las actividades pesqueras, reduciendo la producción en los cultivos y capturas marinas. En la acuicultura Mediterránea los impactos serán múltiples, en particular la producción de moluscos según los propios productores ya está siendo afectada especialmente por las olas de calor, ya que disminuyen el crecimiento y desarrollo del producto.